Los aprendizajes en la economía informal
Recuperamos una entrevista publicada hace casi tres meses en el podcast de la OIT “Global Challenges, Global Solutions: The Future of Work”. Enmarcado en las actuaciones de la OIT en favor del trabajo decente a nivel mundial, aquella edición se centraba en el aprendizaje en la economía informal y su impacto en el futuro del trabajo. La persona entrevistada era Yasser Ali, técnico de la OIT radicado en Ammán, Jordania.
La entrevista alterna reflexiones y constataciones interesantes con algunas propuestas sorprendentemente ingenuas. Las primeras: a nivel mundial hay dos mil millones de personas de 15 o más años que trabajan en el sector informal, lo que representa un 60% del empleo global. Obviamente, las diferencias entre regiones son notables: en África, el ejemplo más elocuente, este dato alcanza el 85%. Son proporciones abrumadoras y, como tales, imposibles de menospreciar en las acciones para mejorar los procesos de aprendizaje y de inserción laboral y, en un plazo más largo, de reducción progresiva de la economía informal.
En la conversación también se evidencia que las diferencias entre los aprendizajes en la economía informal y la formal a pesar de ser grandes no llegan al punto de negar que en el sector informal se produzca ningún tipo de aprendizaje. El lugar donde se aprende -la empresa- el contenido, el proceso, el acuerdo entre las partes y el reparto de costes, admiten comparación y aportan, con las diferencias que se desee, adquisición de competencias por parte de los aprendices. La diferencia más importante -y no es un tema menor- es que no se puede hablar de sistema dual porque falta toda la parte de aprendizaje en el centro de formación.
La entrevista evoluciona hacia la propuesta de soluciones que, en buena parte, están pensadas para la economía formal y que, a nuestro entender, sólo serían aplicables al sector informal si éste dejara de serlo. Éste es un objetivo vital, para el que vale la pena luchar, pero con relación al que sólo es posible alcanzar resultados a largo plazo.
Sin embargo, se sugieren líneas de actuación que sí pueden tener un impacto mucho más inmediato: elaborar un marco normativo sobre el aprendizaje en la empresa que tenga en cuenta los aprendizajes informales, facilitar la relación entre estos aprendizajes y la educación formal y habilitar procesos de certificación que hagan posible el ejercicio formal de profesiones cuyas competencias se han adquirido en aprendizajes informales.
Esta última propuesta puede actuar de nexo de unión con la realidad catalana y con tantas otras del llamado “mundo occidental” en el que las proporciones entre economía informal y formal son inversas a las comentadas para los países africanos y de otras muchas regiones a nivel mundial pero que -por razones muy diversas- cuentan con contingentes importantes de personas con dificultades para incorporarse al mercado de trabajo por no contar con una certificación de competencias que han adquirido trabajando. Para estos colectivos, poder mostrar y demostrar sus competencias es un factor clave de su vida laboral y, nos atrevemos a decir, una condición relevante de su ciudadanía plena.
Las acreditaciones obtenidas mediante estructuras y procedimientos adecuados es lo que hará posible -el marco normativo también debe adaptarse- posteriormente la formación y ganarse el derecho a tener un título o certificación valorado en el mercado de trabajo. diversidad de causas que determinan necesidades de certificación de competencias -desde el predominio de la economía informal hasta evoluciones tardías de los sistemas de formación y cualificación profesional de los países- configuran a nivel mundial los dispositivos de acreditación de competencias como vías de acceso a trabajo cualificado, de transparencia del mercado de trabajo y de acceso a trabajadores cualificados por parte de las empresas.
Ya hemos señalado, en un artículo anterior publicado en Opina FP el pasado octubre, la importancia y trascendencia del procedimiento de reconocimiento y acreditación de competencias puesto en marcha en Cataluña A partir de los datos publicados en la Memoria 2023 de la Agencia FPCat, sería muy conveniente debatir a fondo los resultados alcanzados hasta ahora para sacar conclusiones y, en su caso, introducir las medidas correctoras que correspondan.
Josep Francí, Francesc Colomé, Xavier Farriols y Oriol Homs
Publicado en la versión en catalán de Opina FP el día 13 de mayo de 2024